Manual de supervivencia a ir al Banco
El viaje al banco para pagar cuentas, hacer un trámite, sacar un crédito, o lo que sea, suele ser muy traumático. Horas de filas interminables, ruidos por doquier, imposibilidad de usar el celular, la posibilidad de que justo haya un asalto y te tomen de rehen, y vaya uno a saber qué más (siempre puede caerle un meteorito arriba, o algo así).
Este manual de instrucciones te ayudará a superar esta experiencia tan rutinaria y tediosa.
Ingredientes:
- Un kilogramo de paciencia (como mínimo)
- Una hora por lo menos, pero puede agregarse más si parece necesario.
- Los papeles necesarios para el trámite (boletas, documentos, fotocopias y etcéteras varios)
- Opcional: algún amigo que nos acompañe.
Modo de preparación:
- Tomar el kilo de paciencia y descargarlo sobre nosotros. Si puede llevarse un poco más en el bosillo, mejor, porque nunca se sabe).
- Tomar los papeles que teníamos preparados. Es muy importante no olvidar ninguno, porque sino deberemos repetir los pasos 1 a 8, pero la cantidad de paciencia y de tiempo con que contaremos será menor.
- Acomodar la agenda para tener al menos una hora libre durante la mañana: el horario bancario es el más incómodo que existe; normalmente de 9 a 15 horas, aunque algunas instituciones lo han hecho de 7 a 13 (lo cuál es bastante bueno). Yo prefiero estos últimos, ya que creo que es mejor hacer todos los trámites ni bien me levanto (no a las 11, ese día hay que levantarse más temprano), para después estar más tranquilo.
- Dirigirse a la entidad bancaria de su preferencia. Una opción es chequear que la cantidad de personas haciendo fila se aceptable (más de 20 es mucho). Si no lo fuese, podemos cambiar el día para el siguiente, cuando habría que repetir los pasos 1, 2, 3 y 4.
- Si la cantidad de personas es aceptable (como ya dijimos, 20 o menos), entrar al edificio y pararse AL FINAL DE LA FILA. Si hay más de una, elegir la que tiene menos personas; igualmente, como lo indican las Leyes de Murphy, las otras avanzarán más rápido, no importa la que elijamos.
- En este momento es cuando hay que emplear toda la paciencia que veníamos guardando. Hágalo vertiendo de a poco, porque si lo hace de golpe luego no surtirá el efecto deseado. En este momento, la ayuda de un amigo puede ser muy útil.
- Espere su turno. Camine lentamente detrás de la persona que tiene adelante. Cada vez que los demás avancen, usted hágalo también, así parecerá que la fila realmente se está acortando.
- Cuando el cajero lo llame, diríjase a la caja. Lo mejor es estar atento cuando estamos a la cabeza de a fila, ya que si el cajero nos pide que nos acerquemos, y no lo hacemos, corremos el riesgo de que quienes se encuentren detrás de nosotros se enojen y nos linchen, o, peor aún, que nos cuelen. Además, tenga todos los papeles necesarios preparados. Si se da cuenta de que le falta algún papel, regrese al paso 1 y comience nuevamente.
- Haga el trámite que haya ido a hacer, e intente hacerlo rápido, para calmar los ánimos de la multitud que está detrás suyo.
- Retírese del banco y vaya a hacer lo que tenga ganas. Está libre de este sufrimiento por un mes más.
No Responses