El golpe, 10 años antes del golpe
10 años antes del golpe de 1976, hubo otro golpe. El 28 de junio de 1966 Arturo Illia fue derrocado por los militares, como antes lo habían sido Yrigoyen, Perón y Frondizi. Illia fue derrocado más por sus aciertos que por sus errores. Lucho en serio contra las corporaciones.
Algunos datos importantes sobre su gobierno:
- Eliminó las restricciones que pesaban sobre el partido peronista, y quitó su proscripción permitiendo que se presentasen a elecciones en 1965
- El 15 de noviembre de 1963 Illia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban los contratos petroleros con empresas privadas por «vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación».
- Promulgó la Ley de salario mínimo, vital y móvil.
- Promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.
- Sancionó la Ley de Medicamentos, que establecía una política de precios y de control sobre los medicamentos. Esta ley surge, a partir de un estudio realizado por una comisión creada por el Presidente Illia sobre 300.000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 1000% al costo de producción.
Su gobierno fue el que hizo la mayor inversión en educación, habiendo llegado a destinar el 23% del presupuesto nacional hacia la educación e 1963. No por nada se la considera la Época Dorada de la educación. Aún así, los estudiantes se manifestaron en su contra en diversas ocasiones; luego se arrepentirían grandemente de haberlo hecho.
Arturo Illia no fue solamente un viejito bueno y honesto. Don Arturo fue un gran hombre, un hombre que le dió su vida al país sin pedir nada a cambio. Su declaración jurada cuando dejó la presidencia constaba de lo siguiente:
- 3 sacos grises
- 1 saco negro
- 2 sacos sport
- 3 camperas
- 4 pullovers
- 8 camisas de vestir
- 4 camisas de mangas cortas
- 10 pares de medias
- 3 pares de zapatos negros
- 1 par de chinelas
- 1 deshabillé
- 1 salida de baño
- 8 juegos de ropa interior
- 10 corbatas
- 3 pijamas
- 1 par de anteojos negros
- 1 portafolios
Este hombre no se enriqueció durante su presidencia. Es más: llegó a vender su auto durante la misma. Cuando los militares lo expulsaron del gobierno, se fue en taxi a la casa de un amigo, ya que no tenía casa. Tras su derrocamiento vivió mucho tiempo «de prestado», ya que no tenía dinero para pagar un hotel o un alquiler.
Don Arturo Illia, ex presidente de la Nación, vivió gran parte de su vida en Cruz del Eje, en una casa que le regalaron los vecinos del pueblo.
El peronismo y los militares conspiraron en su contra, para derrocar al más honesto de nuestros presidentes. La conducción sindical (mayormente peronista), ofendida por la ley de descentralización sindical, le hizo el juego a los militares. Rucci, Vandor y otros pueden verse en las fotos de la asunción de Onganía.
Arturo Illia es un ejemplo de hombre, de persona, de militante. Se ve que no lo merecíamos, o no lo supimos merecer. Le sacamos la presidencia al más honesto de los presidentes, a un hombre que no robó, no se enriqueció, no buscó nunca el beneficio personal: siempre pensó primero en el pueblo.
Es un hombre al que hay que recordar cada día. No sólo en el aniversario de su muerte, nacimiento o derrocamiento, sino cada día, en el quehacer diario, sabiendo que podemos dar más, y pedir menos.
Todos recordamos el golpe de 1976. No olvidemos el que ocurrió 10 años antes.